Las emisiones globales de CO2 alcanzaron un récord en 2022, pese a una baja en Europa
EEUU vio un incremento arrastrado por un repunte en el sector de la construcción debido a un periodo de tiempo excepcionalmente frío a principios de año que elevó la demanda de calefacción.
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Las emisiones mundiales de CO2 alcanzaron un récord el año pasado, ya que la combustión de combustibles fósiles siguió poniendo al mundo en la senda de un peligroso nivel de calentamiento global.
Las emisiones relacionadas con la energía aumentaron un 0,9% hasta superar los 36.800 millones de toneladas métricas en 2022, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El aumento se produjo a pesar del importante descenso de la producción industrial en China y Europa.
"Los efectos de la crisis energética no se tradujeron en el gran aumento de las emisiones mundiales que se temía en un principio", declaró Fatih Birol, Director Ejecutivo de la AIE. "Sin embargo, seguimos observando un aumento de las emisiones procedentes de los combustibles fósiles, lo que obstaculiza los esfuerzos por cumplir los objetivos climáticos mundiales".
Las emisiones en la Unión Europea cayeron un 2,5% el año pasado, ya que un invierno suave redujo la demanda de calefacción y la subida de los precios de la energía obligó a las industrias a cerrar la producción. Ello ayudó a compensar el aumento de CO2 en el sector eléctrico, que recurrió más al carbón y menos a la energía nuclear debido a problemas de mantenimiento en Francia, mientras que las centrales hidroeléctricas sufrieron restricciones por una sequía histórica.
China, el mayor emisor mundial, también registró un ligero descenso del 0,2% el año pasado, ya que el menor crecimiento económico, la ralentización de la construcción y las medidas para contener la propagación del Covid-19 inhibieron el uso de energía.
Las emisiones crecieron un 0,8% en Estados Unidos, impulsadas por un repunte en el sector de la construcción debido a un periodo de tiempo excepcionalmente frío a principios de año que elevó la demanda de calefacción.
En conjunto, los fenómenos meteorológicos extremos contribuyeron a cerca de una quinta parte del aumento de las emisiones del año pasado. Dos tercios de ellas procedieron de la demanda de refrigeración, que podría aumentar a medida que el cambio climático haga más extremas y frecuentes las olas de calor.
Aun así, el mayor aumento de las emisiones el año pasado procedió de los mercados emergentes y las economías en desarrollo de Asia. Más de la mitad del aumento en esa región procedió de centrales eléctricas de carbón.